El hecho ocurrió luego de una persecución que acabó frente a la seccional policial de Pueblo Rincón en Treinta y Tres. García Daglio no se percató de que estaba ante la presencia de dos efectivos.
El transportista Ángel Larrosa dijo que su compañero (que era perseguido por supuesto transporte de contrabando) venía desde Río Branco con destino a Vergara en un camión y en la ruta se encontró con el móvil de la aduana sin señalización.
“Comenzó a perseguir a mi compañero y él sin saber de qué se trataba, pensando que era un asalto, puso a 100 Km por hora el camión para tratar de alejarse de la camioneta", dijo Larrosa.
En determinado momento, García Daglio se le atravesó. El chofer del camión logró esquivarlo sobre el pavimento y aumentó la velocidad para llegar a la seccionar policial de Rincón a dar cuenta de lo ocurrido, narró Larrosa a El País.
Al llegar a Rincón, detuvo el pesado rodado frente a la seccional policial de pueblo olimañero, pero junto a él llegó el administrador de la Aduana de Río Branco, quien lo abordó abruptamente y encañonó.
“Este señor nunca supo que estaba haciendo eso delante de dos efectivos y frente a la seccional policial", indicó.
Los agentes actuaron de oficio deteniéndolo. García Daglio fue liberado a las 4 de la madrugada. Los transportistas lo denunciaron por amenazas de muerte y deberá declarar ante el juez esta tarde.
El administrador de la Aduana de Río Branco reconoció su error ante la Policía, y al ser liberado quiso subir a su camioneta y continuar el camino pero se descompensó.
Fue derivado a un centro asistencial de Vergara y posteriormente trasladado a Treinta y Tres, según informó Radio Pueblo de Rio Branco.
García Daglio fue administrador de la aduana de Paysandú desde marzo de 2013 hasta diciembre de 2014. Cuando asumió en ese departamento fue entrevistado por el diario El Telégrafo. Consultado por ese medio sobre si se aplicaría mano dura en la frontera con Argentina, dijo “que a veces para cumplir la ley no alcanza con el diálogo, y si hay que poner mano dura, se hará. En mi caso, vengo de un lugar donde la ley se cumple y la tolerancia es cero”.
En 2014, luego de presentar ante la Dirección Nacional de Aduanas una denuncia por corrupción de funcionarios, los aduaneros del puente Paysandú-Colón indicaron que García Daglio había comenzado a circular por la rambla sanducera armado con una pistola nueve milímetros y con un chaleco antibalas por debajo de su camisa.
EL PAIS UY